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En Venezuela, las autoridades informaron que más de 2,200 personas han sido arrestadas en medio de las protestas desatadas después de las recientes elecciones presidenciales.
Nicolás Maduro, que fue proclamado presidente electo en medio de graves denuncias de fraude, calificó a los detenidos como “terroristas” durante un discurso televisado este martes.
Dijo que los detenidos serán trasladados a las cárceles de Tocorón y Tocuyito, previamente vaciadas y ahora preparadas, según él, para albergar a “todas las bandas de nueva generación involucradas en las protestas violentas”.
“Ya hemos capturado a 2,229 terroristas con pruebas contundentes. El sábado serán trasladados a Tocorón y Tocuyito, que ya están listas para recibir a estos criminales”, declaró.
Maduro acusó a los detenidos de diversos actos violentos, incluyendo ataques y asesinatos no especificados, así como incendios en instalaciones como hospitales, escuelas y sedes gubernamentales.
Responsabilizó de estos actos al candidato opositor Edmundo González Urrutia y a la líder María Corina Machado.
Según el gobierno, 59 agentes policiales y 47 militares resultaron heridos, con la pérdida de dos militares.
En contraste, la ONG Provea reporta que al menos 24 civiles murieron, algunos presuntamente a manos de fuerzas de seguridad o grupos armados irregulares, información que no ha sido confirmada por las autoridades.
La Plataforma Unitaria Democrática, principal coalición de la oposición, insiste en que González Urrutia fue el verdadero ganador de las elecciones, basándose en el análisis del 83,5% de las actas electorales que lograron obtener sus testigos y miembros de mesa.
Tanto María Corina Machado como Edmundo González Urrutia instaron el lunes a las fuerzas armadas y policiales a impedir lo que consideran un “golpe de Estado” por parte de Maduro, quien, según sus afirmaciones, intenta cooptar a los efectivos para validar los resultados cuestionados.
Estos llamados fueron rechazados el martes por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y los cuerpos de seguridad, quienes los calificaron como “planteamientos sediciosos”.
