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Jessica Lawson, una profesora de Idaho, admitió haber agredido sexualmente a un adolescente tras haberle dado marihuana y alcohol, por lo que pasará hasta dos décadas tras las rejas tras aceptar un acuerdo de culpabilidad.
El caso se conoció el 6 de noviembre de 2023, cuando la policía detuvo el vehículo de Lawson porque las luces traseras no funcionaban y los agentes descubrieron que un adolescente conducía y la profesora, de entonces 36 años, estaba ebria en el asiento del copiloto.
Luego de las investigaciones, el adolescente le dijo a las autoridades que Lawson le había dado marihuana esa noche mientras ella bebía alcohol. Asimismo, detalló que la mujer lo sacó de su casa, sin autorización de sus padres, y fueron a la casa de ella, donde además de beber y de fumar, la mujer abusó sexualmente de él.
Tras ser detenida, inicialmente se declaró no culpable. No obstante, el jueves 26 de septiembre de este año la mujer se declaró culpable de dos cargos de agresión sexual a un menor.
El juez de distrito Stephen Dunn la condenó a una pena de entre dos y 20 años de prisión, en la que tendrá que asistir a un tratamiento para delincuentes sexuales, según detalló Law&Crime. Tras su liberación, Lawson tendrá que registrarse como delincuente sexual.
El acuerdo de culpabilidad elimina dos cargos de violación grave de un menor, así como los cargos de entrega grave de una sustancia controlada y un delito menor de dispensación de alcohol a un menor.
Adolescente adoptado
Durante el juicio, el abogado de Lawson aseguró que ella quiere disculpase con la víctima y que comprende que irá a prisión. Las disculpas también fueron manifestadas por ella posteriormente.
“Soy la única responsable de mis acciones, pero creo que una relación (anterior) fue el catalizador que me llevó por el camino hasta donde estoy hoy”, dijo Lawson, según recogió el medio. “Quiero pedir disculpas a la víctima y a su familia por cualquier dolor que haya causado. Quiero pedir disculpas a la comunidad y a cualquier persona a la que haya defraudado”.
El padre del adolescente, por su parte, dijo que él y su esposa lo habían adoptado días antes del crimen.
“A mi hijo le va a llevar mucho tiempo sanar y ni siquiera conoce las heridas que tiene todavía. No va a entender esas heridas hasta que sea padre y envíe a su hija o hijo… a la casa de un padre en quien confíe”, dijo el hombre.
