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Los Philadelphia Eagles consiguieron su esperada revancha pendiente de 2023 para conseguir el Super Bowl LIX al vencer a los bicampeones Kansas City Chiefs 40-22 en el Caesars Superdome de New Orleans.
En medio de un espectáculo en el que acudieron múltiples estrellas y personalidades, como el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la cantante Taylor Swift o los futbolistas Lionel Messi, Sergio Busquets y Luis Suárez, entre otros, lo que destacó fue la ofensiva de Philadelphia que aplastó a los Chiefs.
Liderados por el quarterback Jalen Hurts, los Eagles dieron muestra de por qué fueron el mejor equipo de la Conferencia Nacional a pesar que los Chiefs eran favoritos para intentar convertirse en el primer equipo de la NFL en ganar tres Super Bowls consecutivos.
La fiesta de los de Philadelphia comenzó muy temprano, presagiando lo que se vería en el resto del partido. Cuando restaban 6:30 del primer cuarto Hurts terminó lanzando un pase de anotación para Jahan Dotson; a pesar que los referees la anularon y pusieron el balón a una yarda, segundos más tarde el mismo mariscal pisó la zona y con la patada del adicional cerraron el primer cuarto 7-0.
Un Mahomes errático comprometió a Chiefs
La mayor estrella de Chiefs no vino en su día. Patrick Mahomes empezó a fallar a partir del segundo cuarto y con él desapareció la ofensiva de Kansas City.
En principio, Mahomes fue interceptado en dos jugadas consecutivas a mediados del cuarto y en el tercer envío fue interceptado por el novato de Eagles, Cooper De Jean, quien consiguió aumentar la diferencia y sumado a un gol de campo y a otro touchdown de A.J. Brown antes del entretiempo que protagonizaron Kendrick Lamar, SZA y DJ Mustard.
Parecía que el entretiempo daría tiempo a una reacción de los Chiefs, pero por el contrario terminaron cediendo un mayor número de anotaciones.
Si bien es cierto que Mahomes encontró a Xavier Worthy para la primera anotación de los Chiefs apenas en el tercer cuarto, el duelo ya iba 34-6 en favor de los de Philadelphia.
Un cierre anecdótico
La paliza en el marcador de Eagles a Chiefs permitió que relajaran la intensidad del equipo y permitieran los últimos puntos de Chiefs.
Tal fue la ventaja que el faltando unos cinco minutos para el pitazo final Saquon Barkley y Hurts vaciaron el pote de bebidas sobre el coach Nick Sirianni antes de celebrar por el cierre del partido.
Antes de culminar el tiempo regular, Mahomes completó un pase de más de 50 yardas nuevamente para Worthy y segundos antes a Deandre Hopkins pero ya todo estaba escrito y los Eagles consiguieron su segundo título en su historia.
El anterior campeonato lo había sellado Eagles durante el cierre de la temporada 2017 cuando venció 38-7 a Minnesota Vikings durante el Super Bowl LII.
